Tras nueve años de energía imparable y revuelta, La Kruel Band ha anunciado una pausa indefinida a través de sus redes sociales. Esta formación, que nació en 2015 entre Getafe (Madrid) e Illescas (Toledo), ha crecido tanto en número de miembros como en influencia dentro del panorama del rock reivindicativo. Sin embargo, el desgaste de años sin freno les ha llevado a tomar la difícil decisión de detenerse para cuidar su salud física y mental.
En su comunicado, la banda ha sido clara: «Nuestra salud mental está empeorando y debemos ser muy serios con esto». Después de casi una década de trabajo, reconocen que es momento de pensar en ellos mismos y en su bienestar, dejando en el aire cuándo o si volverán a los escenarios.
De la fusión de estilos al éxito en directo
Formada por integrantes de dos bandas amigas, A.L.H. (rap) y Mala Fama (rock), La Kruel Band pronto se convirtió en un referente por su estilo único, en el que el punk, el rap y el rock se fusionan con la libertad creativa de sus nueve miembros. Con tres discos a sus espaldas –La Furia del Pobre (2016), El Botón del Pánico (2018) y El Rosario de la Aurora (2023)–, la banda ha llevado su mensaje crítico y combativo por toda la geografía nacional, ganándose un hueco en la escena underground.
La banda destaca no solo por sus discos, sino por sus arrolladores directos, donde las canciones adquieren nuevas intensidades y se mezclan con transiciones que mantienen la adrenalina del público en constante subida. Cada concierto es un show donde los nueve integrantes se entregan al máximo, ofreciendo una experiencia inmersiva.
La importancia del colectivo y la cercanía con su público
Uno de los puntos fuertes de La Kruel Band siempre ha sido su cercanía con el público. En sus videoclips, como el de «Autodestrucción» o «La Butxaca«, los vecinos y seguidores de la banda han tenido un papel crucial, participando de forma desinteresada y creando recuerdos compartidos para la posteridad. Este compromiso con su comunidad es uno de los motivos por los que su despedida temporal resulta especialmente dolorosa para muchos de sus fans.
Parar no siempre significa rendirse. A veces, es solo la mejor manera de seguir siendo fiel a uno mismo.
