Si algo está claro, es que Mala Hierba no entiende de medias tintas. Tras unos meses del lanzamiento de «La insistencia del sueño herido», el cuarteto balear se ha lanzado de nuevo a la carretera, y lo ha hecho por todo lo alto.
Este fin de semana, Huelva y Jerez fueron las primeras paradas de una gira que promete ser todo menos tranquila. Si esperabas que los mallorquines se lo tomaran con calma, mejor piénsatelo dos veces. Aquí no hay concesiones: solo rock urbano del que te pega un buen meneo y te deja pidiendo más.
Desde el primer golpe de batería hasta la última nota de guitarra, Mala Hierba ha demostrado que en el directo es donde de verdad se sacan las uñas. Temas como Hojas Nuevas o Con la vista en tus rodillas no solo suenan, te atraviesan. Es esa energía en bruto que se queda en los escenarios y que hace que te olvides de todo lo demás. ¿Qué más se puede pedir?
Lo que viene: una gira que no da tregua
Después de empezar fuerte en el sur, el próximo objetivo es Bilbao, donde tocarán en la Sala Azkena, y luego Barcelona, en La Deskomunal. Pero esto es solo el principio: Madrid, Valencia y Zaragoza ya están marcadas en el calendario, y si aún no tienes tus entradas, ya sabes lo que toca. Porque cuando una banda como Mala Hierba pisa el escenario, no hay margen para las dudas. Los directos de estos tíos son de los que se quedan grabados, y lo mejor de todo: la energía es tan cruda como su sonido.
La banda y su esencia: del estudio al escenario
Con un setlist que mezcla lo mejor de «La insistencia del sueño herido» (2024) y sus anteriores trabajos «No hacer nada es elegir» (2021) y «Quiero decir» (2019) , Mala Hierba sigue apostando por letras cargadas de poesía urbana y un sonido que bebe de lo mejor del rock estatal. Nico Galindo (voz y guitarra), Agustín Martínez (bajo), Martín Martínez (batería) y Ezequiel Listán (guitarra) forman una unidad compacta que en directo multiplica su fuerza. Temas como Mi pecho rasgaré o Llegó el crujido ya son clásicos para sus seguidores, y en directo cobran una nueva dimensión.
Y es que este cuarteto no está para florituras: lo suyo es el rock sincero, ese que te golpea en la cara con la misma fuerza que las mejores bandas de la escena estatal. No es casualidad que hayan compartido tablas con grupos como Reincidentes o Sôber. Mala Hierba está labrándose un nombre propio a base de trabajo, directos que te sacuden, y discos que merecen estar en tu estantería. No te quedes fuera.
Así que ya lo sabes: si aún no tienes tus entradas para los próximos conciertos, no lo pienses más. Porque si algo queda claro después de ver a Mala Hierba en directo, es que esta banda está aquí para recordarte lo que significa el rock de verdad.
Y en un mundo donde todo parece prefabricado, es algo que necesitas vivir al menos una vez.
Gracias Fran por esta crónica.
Mala Hierba tiene un hándicap añadido y es que cada fin de semana tienen que cruzar el Mediterráneo para llegar con su furgoneta a la península. Pero eso no les frena para hacer lo que les apasiona. Un buen rock urbano que engancha. Sólo espero que se refleje en las Salas los millones de escuchas que tienen en Spotify
Un hándicap grandísimo que suplen con huevos y arte.
Da gusto encontrar a gente que sienta el Rock. Gracias Fran. Que siga creciendo la Mala Hierba.
Y gente que te acompañe en el camino como vosotros 🥰